Primer año de Fallas de Interés AutonómicoMás de 4.000 falleros censados en el Camp de Morvedre se preparan para vivir intensamente el plato fuerte de

Las Fallas del Camp de Morvedre son espectaculares, multitudinarias y ahora, más que nunca internacionales, tras ser nombradas Fiestas de Interés Autonómico.

Tanto el Ayuntamiento como la Junta Fallera de Sagunto (JFS) han puesto todo su empeño en que se reconozca el gran arraigo fallero existente en el Camp de Morvedre.

Esta era la principal reivindicación histórica de los falleros y por fin, se ha reconocido que las Fallas comarcales tienen toda la calidad necesaria para disponer de este galardón.

No es para menos. Las 30 comisiones que engloban las Fallas de Sagunto, Puerto de Sagunto, Faura y Gilet han trabajado duramente en los últimos años para que la calidad y buen hacer de los monumentos no tengan nada que envidiarle a otras localidades valencianas.

Así pues, los 4.115 falleros censados en la JFS disfrutarán mucho más con las Fallas. Eso sí, aunque aún deben pasar unos años para acomodarse en la categoría de Interés Autonómico, tanto la JFS como la delegación de Fiestas y Turismo del Ayuntamiento de Sagunto están trabajando para convertir estas fiestas llenas de pólvora y color, de Interés Nacional.

Por el momento, el jurado está a punto de visitar las fallas de cada categoría para dictaminar la clasificación. Y los falleros, nerviosos, rematan los últimos detalles de la plantà para que todo esté perfecto antes de emitir el veredicto.

Lo que falta, por ahora, para aquellos que no disponen del traje regional, es sacar los blusones del armario y empezar a disfrutar de las Fallas. Siempre, eso sí, y como recomiendan desde el Consistorio, con prudencia.

Lo más importante es ofrecer la verdadera imagen de las Fallas de Sagunto: increíbles, mágicas y en un entorno espectacular: desde el Castillo y el Teatro Romano, pasando por los vestigios de la antigua siderurgia de Puerto de Sagunto hasta el encanto y la cultura popular que ofrecen tanto Gilet como Faura. Los visitantes, lo saben, y por ello, no dejan de llenar las calles del Camp de Morvedre en busca de una instantánea que les recuerde los felices momentos saboreados en esta fértil y próspera tierra que aúna cultura, innovación, modernismo y mucha categoría. Ahora solo resta disfrutar al cien por cien de una fiesta repleta de emoción y color.