Sagunto veinticinco años después de la reconversión

Ahora se cumple un cuarto de siglo desde que el gobierno central decretara la orden de cierre de la vieja siderurgia integral de Puerto de Sagunto. Atrás queda un pueblo puesto en pie de guerra, comandado por unas organizaciones con la suficiente altura de miras como para hacer de una retirada a tiempo una victoria. Las inversiones arrancadas a las administraciones central y autonómica permitieron la implantación de nuevas actividades industriales que vinieron a paliar las pérdidas de empleo en la siderurgia. El tiempo transcurrido desde entonces es ya lo suficientemente dilatado para que quepa plantearse en qué medida se ha conformado un modelo industrial distinto al de la ciudad-empresa que constituía el Puerto de Sagunto hace veinticinco años.

Tanto desde una perspectiva interna como externa la industria muestra hoy una realidad mucho más rica y plural que antaño. Se ha diversificado y se ha creado una cierta trama de relaciones industriales entre empresas que generan importantes ventajas a los actores que operan en el territorio. Pese a esta diversificación, el núcleo más competitivo y más integrado, tanto local como regionalmente, es el que viene definido por un pequeño “cluster” “metálico” que se ha formado en torno a la industria del automóvil. Este cluster representa la conexión del pasado con el futuro, y refleja el hecho fundamental de que la industria saguntina se ha reconstruido sobre la base del saber-hacer y de las organizaciones anteriores. En efecto, la siderurgia y el sector de actividades metálicas continúa siendo el principal sector industrial de la zona. Desde la perspectiva de las relaciones externas, la industria (con inclusión de un sector de origen local) se ha insertado en espacios más amplios y guarda una interacción significativa con el sistema de innovación valenciano. A este proceso subyace el progresivo desarrollo de una nueva trama de instituciones que han ido surgiendo con mucho esfuerzo, con frecuencia desde el propio seno de la sociedad civil.

Aunque con limitaciones, los procesos anteriores comienzan a generar una dinámica novedosa y esperanzadora de cooperación entre grandes empresas industriales foráneas y PYMEs locales, en este último caso tanto industriales como del terciario avanzado.

Pero este modelo adolece todavía de una incapacidad para la generación endógena (desde dentro) de empresas industriales. Ello lo aboca a una extrema dependencia de las inversiones foráneas para continuar el crecimiento industrial. Estrictamente hablando, el número total de empresas industriales apenas ha crecido desde finales de los años 80. Es decir, tampoco la atracción de empresas ha compensado la debilidad económica interna. Esta situación es un reflejo de otra debilidad interna, esta vez política y social. La incapacidad de los partidos políticos, los agentes económicos y sociales y los saguntinos en general, para reflexionar y decidir cuál es el modelo industrial que queremos nos ha privado en gran medida de influencia política y económica externa durante las dos últimas décadas. El futuro que dibuja Parc Sagunt, la ampliación del puerto comercial, etc., es ciertamente espectacular, pero Sagunto necesita más que otra cosa recuperar la capacidad de decidir y de influir realmente en su destino como pueblo.

Si están interesados en profundizar en esta problemática, les invito a la lectura del Llibret de la Falla Mocador de Sagunt 2008, que constituye una iniciativa local de revitalización de la sociedad civil de la que todos podemos aprender.

Juan Ramón Gallego Bono
Profesor titular del Departament d’Economia Aplicada de la Universitat de València


Un dels Videos que aniràn en el Llibret de la Falla, podeu vore'ls tots en http://es.youtube.com/ElMocador

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